1 de abril de 2014

Raíces de tubérculo

Aún no decido qué clase de planta irá encima del hoyo en la tierra en el que me esconderé. Quiero que sea algo original y que al mismo tiempo me vincule con el exterior.
Algo colorido, frutal quizá. En ese hoyo ya tengo todo listo para mi... ¿"primaveración"? Los dos libros más tediosos que he leído, una radio que sólo tira una estación de música indescifrable y el reloj más sonoro de mi casa. Quiero tener motivos para querer salir de ese hoyo que ya imagino tan acogedor.
Quizá, la planta que seleccione para adornar la superficie de mi hoyo en la tierra eche raíces. Si esas raíces se confunden conmigo, no quiero imaginar lo feliz que estaría de convertirme en un tubérculo, ahí en la tierra, esperando que alguien me desempolve.
Aún no decido qué clase de planta irá encima del hoyo en el que estaré. Tal vez, mejor elija poner una flor. Ésta tiene que ser amarilla... no, naranja. Sí. Deberá ser naranja con colores muy contrastantes. Se tiene que notar a la distancia. Sí, eso será. Cuando te la quieras llevar, saldré con ella de nuevo a respirar el mismo aire.

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