1984; hace 29 años no se 'tuiteaba'

¡Alerten al Gran Hermano! ¡Alértenlo! 1984 ya fue hace 29 años
y la era de las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación -TIC's- le complican la vida en 2013 -y desde hace ya algunos ayeres- al GH. Alerten al GH, porque ya menos obedecen. El Gran Hermano de Orwell cayó hace tiempo. Hace no más de diez años se crean las 2 redes sociales más importantes: Facebook -2004- y Twitter -2006-. ¿Eso qué?

Pues a raíz, evidentemente, del desarrollo de la tecnología de comunicaciones, la creciente aceptación de las herramientas globalizadoras de información, la necesidad de sentirse conectado con el exterior lejano y demás curiosas casualidades -¿causalidades?- se le ha dado entrada a servicios telefónicos y señales de radio y televisión para acercar al tan ansiado futuro en pleno siglo XX. Pero surge una herramienta humana en la década de los 60's -aún muy carente y de corto alcance- que tendría su boom al finalizar ese siglo, el medio por el cual tú estás leyendo esta entrada: Sí, internet. Tuvieron que pasar casi 30 años para lograr que consiguiera amplia popularidad pero, además, accesibilidad. La década de 1990 está repleta de acontecimientos que, como una avalancha, llevaron a varios Estados a abrir sus mercados, a aceptar la democracia como -supuesta- única y verdadera espina dorsal de los sistemas políticos post-guerra fría, la 'realineación' de los antiguos Estados parte de la derrotada URSS; en México, el intento neoliberalizador quiebra con un 'Efecto Tequila', se organiza un ejército en la sierra de Chiapas que compromete al gobierno federal, se abre la libre expresión -poco a poco-, y con el cambio de milenio y la apertura de los gobiernos ante las inquietudes de la sociedad civil, el internet encuentra un lugar muy cómodo en el mundo: La nueva herramienta... pues, para todo.

El internet -¿o la internet?, dejémoslo en internet-... Internet pasó de ser una pequeña ventana hacia el mundo donde se podía contemplar cómo la inteligencia humana buscaba respuestas más fáciles y cómodas para la cotidianidad, a ser un MONSTRUO que todo lo hace y todo lo ve, todo lo oye y todo lo dice. Hoy en día, nuestras generaciones estamos configuradas en torno a él. No podemos concebir la vida sin él.

Pero bueno, al grano: Internet trajo consigo una serie de redes sociales, sólo que 2 parece que llegaron para mantenerse por un largo tiempo entre las preferencias de los cibernautas, los susodichos facebook y twitter -twittá para los que me leen desde el Reino Unido-. En los últimos años, y gracias a la apertura total de éstas, los usuarios hemos sentido cualquier grado de poder al estar frente al botón 'Enter' para expresar nuestras inquietudes. Algunas inquietudes, generan y encuentran otras similares; por eso de un portal en internet llamado Democracia Real Ya! surge la gran manifestación española de los 'indignados' o por una serie de tuits molestos, el año pasado en México, cobró vida un movimiento estudiantil -el más grande de los últimos años- que aglomeró posiciones en contra al ex candidato presidencial -ahora, Presidente- Enrique Peña Nieto. Y así hay varios ejemplos de las movilizaciones generadas desde una computadora -Egipto o el más nuevo, el caso de Brasil surgió de convocatorias en redes sociales-. También encontramos sucesos como el del 'Candigato Morris' que puso nerviosas a las autoridades jarochas en las pasadas elecciones y sirvió de mofa y queja por los candidatos a la alcaldía de Xalapa, Veracruz. 

Pero no todo es movilización, ni perseguir fines políticos y/o sociales. A veces, sólo se quiere escribir y compartir lo que uno quiera. Las redes sociales son una responsabilidad aminorada que no se dimensiona bien. Aún queda educar [-me] en materia del uso del internet para que, así como alguna vez la rueda lo fue, se convierta en la herramienta para potencializar las capacidades del ser humano.

¿Qué tiene que ver todo eso con Puntos Suspensivos? Pues que quiero escribir y utilizo el internet y sus redes para hacerlo. Así de sencillo.

Alerten al Gran Hermano, que hace 29 años no tuiteábamos [...]

P.D. Bienvenidos.